jueves, 18 de diciembre de 2014

 Enseñar...teatralizar....ver arte...vivirlo....y no dormir sin aprender algo cada día.

Aún sin orden cronológico de las experiencias, asì este barco navega sin puerto fijo y esto se transforma en aventura.
Publiqué lo siguiente a uno de los grupos cerrados de mis alumnos de facebook: 


" Ahhhhhhhhhhhhhhhhh, feliz feliz......por fin.........ahhhhh, emocionada, será histórico........ahhhhhhh....viva el teatro, vivan los teatreros, los que aman viven observan y respetan esta disciplina......vivan los valientes que lo profesan porque pucha que hay que tener cojones y ser aguerrido para hacer de el, tu vida...Uffffffffffff..........me cansé.....pero felizzzzzzzzzzzzzzzz felizzzzz.."

Esa felicidad nace de obtener una obra de teatro que deseo montar con ellos. Cómo se gesta eso? De ellos mismos...
Es un grupo nuevo, todos adultos, excepto uno que está a las puertas de ser "mayor" de edad. Es especial, curioso, mágico como se arman los grupos, ver como se van afiatando, conectando, cruzando sus vidas y complementándose como grupo y como compañeros. 
El primer día los observo, escucho, intuyo...No los conozco, salvo lo que ellos relatan de si mismo y que generalmente trata acerca de explicar lo que ellos tienen de debilidades y que no es otra cosa que defenderse o protegerse ante algún desempeño o exigencia que pueda dejar en evidencia que lo que los llevó a este taller, es más pasión o deseo postergado que habilidad innata. Se percibe algo así como un discurso que delata la falta de apoyo a una decisión que siempre genera reacción: "quiero hacer teatro", " quiero estudiar teatro", "quiero aprender a actuar", "quiero ser actriz", "quiero ser actor".....Guerra Mundial....!!
Con el otro grupo de adultos, ya estamos en proceso avanzado de lo que llamamos Trabajo de Mesa, que consiste el leer el texto, la obra de teatro, para conocerla, entenderla, explorar su dramaturgia, descubrir personajes, ambientes, lenguaje etc. 
Percibir la atmósfera de manera emocional pero también esa emoción describirla de manera personal y objetiva.
En ambos talleres de adultos hay un y una menor de edad "infiltrado" y fueron ellos mismos quienes lo pidieron motivados por su deseo futuro de ser actriz y actor de manera profesional.
Finalmente son los mismos grupos quienes crean el alma del trabajo colectivo y lo que se va generando se va diseñando a su medida. Es parte de mi trabajo llegar a descubrir que quieren, que les gustaría, que soñaban hacer en este taller el día que deciden comenzar. Es mi tarea, que este grupo de soñadores adultos entusiastas, sientan que acá tienen un espacio colectivo pero propio, con una identidad que es aporte de cada uno pero que tienen también su propia identidad.
Es muy entretenido ir descubriendo sus mundos y como se van entregando en la medida que se sienten validados y en confianza. 
Para mi sus ganas de aprender, su entusiasmo, me facilita el trabajo de volverlos niños nuevamente y que jueguen y disfruten cada actividad que desarrollamos, rían o lloren , montemos La Remolienda o El diario de Ana Frank, como lo estamos haciendo....


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